El boleto
Encontró su nombre y su teléfono
en una servilleta de papel
doblada en el bolsillo.
Le estremeció aquel nombre
como un calor de plata,
le devolvió una noche
resuelta sin descensos,
y la visión fugaz, resplandeciente
de su piel canela.
Lo había conocido en un local
de luces acuosas y música de fuego.
Anduvieron a su casa charlando suavemente
entre las hojas secas, atravesando el río.
Quedaron en llamarse.
Y lo dudo un momento:
apostar esa noche o conservarla,
extender su memoria, o perderla de pronto.
No lo dudo ya al rato: quemó en el cenicero,
como quien teme un sueño,
como quien toma y deja las llaves del olvido,
desdoblado y letal, su boleto de apuestas.
Luis Muñoz (1966), poeta granadino, es licenciado en
Filología Española y Filología Románica, ha publicado varios libros de poemas Calle del mar, Septiembre o Manzanas amarilla, ha preparado la
edición de El lugar de la poesía y
dirige la revista Hélice. Es ganador
del premio de Poesía «Ciudad
de Córdoba».
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